martes, 1 de octubre de 2013

Magia Arcana: su origen. Onacra (I)

Tras desentrañar los fundamentos de un gremio, volvemos a pasearnos por Anthara para entender un concepto tan importante como es la magia arcana. En muchas ambientaciones de fantasía esta existe y no hay más: aquí hemos elaborado todo un recorrido que sostenga la existencia de la magia arcana, recorrido que vamos a elaborar dedicando especial importancia a los magos.

Vamos a ir escalando poco a poco en los conceptos. Existen dos tipos de magia: la magia divina y la magia arcana. La primera procede de los dioses, quiénes la otorgan a un individuo por una u otra razón, y que se manifiesta en longitud e intensidad diferentes. La magia arcana viene de la sangre; habríamos de remontarnos a Boccob y Wee-Jas (véase el apartado de religión para más información), quiénes ostentan dentro de las divinidades el poder arcano, para comenzar una eterna cadena de herencias de sangre: ambos bendijeron a una criatura de cada raza con la capacidad de desarrollar la magia de los dragones, y esta se transmitió de padres e hijos y se perdió en los laberínticos pasillos de la procreación. 

Dentro de la magia arcana, existen dos fuentes: aquella que procede de la sangre (la anteriormente citada), y que se muestra salvaje en el cuerpo de un individuo y crece en poder junto a este. La capacidad de manifestarla se desarrolla de forma diferente en cada uno. Por otro lado, tenemos la magia arcana que ha sido estudiada, cuyos poseedores se denominan a sí mismos magos, y que no tienen dicho poder tanto en su capacidad innata como en su inusitada inteligencia, capacidad de memorización y conocimientos. A esa magia vamos a aludir en estas monografías, pues la que ha venido de la sangre no necesita más explicación.



Onacra en el único cuadro que existe de él datado de cinco siglos atrás.

No vamos a detenernos en explicar cómo funciona la magia arcana en los magos: os contaremos la historia de Onacra y los Ocho Maestros. Cuando la acabemos creo que todo se entenderá mucho mejor. Sin embargo, antes de nada es preciso explicar en qué consiste el Dracónico.

El Dracónico es el idioma de los dragones. Es magia en su esencia más pura. Hablar este idioma sin conocimiento previo solo desencadena una muerte terrorífica. Los hechiceros lo hacen sin pensar, pues su sangre conoce las palabras. Los magos han creado estructuras concretas, frases determinadas, gestos puntuales....todo genera que la magia salga de una manera. Equivocarse en todo ello solo se traduce en peligros. Dicho esto, comencemos.

Boccob, Deidad Protectora de la Magia Arcana

En los albores de los tiempos, existió un humano al que las leyendas conocen como Onacra. Este fue el elegido por Boccob y Wee-Jas como el representante único de la magia arcana entre los de su raza. Era un hombre inteligente, adelantado a una época que era demasiado exigüe en conocimientos. Entrenó y perfeccionó su poder. Era hombre de buen corazón, dispuesto a ayudar con su magia a cuantos necesitase. En esta época no existía la magia, por lo que podéis comprender lo extraña que resultaba allá donde iba. Onacra decidió que debía existir una manera de difundir ese poder de manera que fuese accesible a todos, y nadie tuviese que depender de su persona para desarrollarlo. Creía en el progreso de la Humanidad. Consideraba que una magia tan amplia y más versátil que aquella que los primeros individuos dotados de poder divino poseían debía estar en boga de todos. Así pues, se puso manos a la obra y durante cincuenta años, en un edificio creado para tal fin, de varias plantas, redondo y de la piedra más dura, desarrolló sus conocimientos. Este fue el origen de las torres de hechicería actuales, y aunque pocos lo saben, todas ellas beben de este primer prototipo. 

Onacra poseía una fuerza de carácter arcano inimaginable en estos momentos en Anthara. Era una época de gran poder. Los dioses aun seguían creando nuevas especies, y ataban a todas sus creaciones de una u otra manera. En este ambiente el poderoso hechicero decidió dividir todo el poder arcano que poseía, el más vasto jamás pensado, en nueve niveles, con idea de estructurar el conocimiento de la magia. Cada fenómeno que hacia le dotaba de una estructura concreta, una gramática puntual. Probó y probó a hacer los mismos conjuros hasta que todo quedó claro. Así, con el más puro método de ensayo error, iba definiendo cada uno de los conjuros. Estos eran encajonados en los diferentes niveles, en base a su influencia sobre el mundo. Había algunos que eran nimiedades apenas destacables, y a estos no se les consideró de nivel alguno. Dichos niveles fueron inaugurados como esferas. Onacra creó un enorme tomo y en él volcó todos sus conjuros: a día de hoy, no existe libro de magia más poderoso que ese, pues fue el primero, del que surgieron todos los demás. Cada mago posee su propio libro en el que va inscribiendo los nuevos conjuros que va desarrollando: el Tomo de Onacra los poseía prácticamente todos, reforzados, imbuidos de un poder enorme.


El poderoso "Tomo de Onacra"


Vamos a dejar la historia aquí por ahora y explicar una última cuestión relativa a la actualidad. En Anthara, en estos momentos, no existe nadie que haya accedido a la séptima, octava y novena esfera. Para los hechiceros, es prácticamente imposible acceder a una fuerza tan voraz. Los magos, que dominan amplias listas de conjuros y acceden a controlar las esferas mucho antes, no cuentan con apenas datos que muestren estos conjuros, y no es magia que se pueda estudiar previamente para ser desarrollada. Los pocos libros que tienen conjuros de las tres últimas esferas o pergaminos de conjuros determinados se encuentran desperdigados, enterrados en mazmorras, en manos de muy pocos individuos u olvidados en la memoria. Incluso aunque un mago dispusiese de uno de estos ejemplares, debería dedicar mucho tiempo y esfuerzo a comprender y ser capaz de dominar dicha magia. El único al que se le ha visto realizar ese tipo de conjuros fue a Datt, el Inmortal. Este fue el hechicero más poderoso que pisó el mundo desde los tiempos de Onacra, y como habéis leído, tenía la magia en la sangre.

Se rumorea entre los círculos mágicos que el Tomo de Onacra ha sido encontrado, y una pequeña chica es su dueña. Tiene un ojo azul y otro verde, es humana y en su mirada se esconde una ambición peligrosa. Aquel que controla dicho tomo, tiene acceso a prácticamente todos los conjuros que existen salvando algunas particularidades. 

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